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lunes, 3 de diciembre de 2018

DICIEMBRE – Oscar Guaramato

Oscar Guaramato (Maracay, 1916 – Caracas, 1987). Periodista y escritor venezolano. Dedicó gran parte de su vida al periodismo, colaborando con periódicos como El Carabobeño, el diario El Nacional, el semanario Fantoches y Últimas Noticias. Además, fue fundador del grupo literario Contrapunto (1948), y editor de la revista homónima, donde compartió con figuras emblemáticas de la literatura venezolana tales como Andrés Mariño Palacio, Héctor Mujica, Miguel Acosta Saignes, Juan Liscano, Ida Gramcko y Mariano Picón Salas, entre otros. Publicó los libros de cuentos Biografía de un Escarabajo (1949); Por el Río de la Calle (1953); La Niña Vegetal y Otros Cuentos (1956); Cuentos en tono menor (1969) –al cual pertenece el texto que aquí les presento-; y Cronicario (1983). Ha sido incluido en diferentes antologías de cuento venezolano. Fue distinguido con el Premio Nacional de Periodismo y ganó el Concurso de Cuento de El Nacional (1950). Algunos de sus cuentos han sido traducidos al checo, al rumano, al italiano, al inglés y al portugués.



DICIEMBRE


Carátula de: Cuentos en tono menor (Monte Ávila Editores Latinoamericana, Caracas - 1990), de Oscar Guaramato
Ha llegado otra vez el viejo amigo.

La niña lo encontró junto a la almohada, vuelto un friolento corderito en ámbar.

El hombre le sintió caer sobre sus manos, como deshilachado pulmón de codorniz.

A su llegada, la abuela se ha puesto a rememorar calladamente.

Está inclinada ante la albura de seis pañales, cerquita del batidor que ha conocido la flor de estambre de la hija ausente o el pañuelo y sus breves iniciales para el nieto que ayer regresó a casa.

Antes, cuando se estaba entre el aire de los otros meses, las gentes andaban con pasos presurosos, cerrados los labios para evitar que hasta ellos se acercara la clara risa del colegial o el saludo alborozado de los claveles nuevos. Pero, ahora, diciembre ha regresado con su jubón de luz y ha subido a los ojos y la risa juguetea en los rostros y los hombres amordazaron sus recelos y las mujeres saben mirar como suyos a los niños distraídos que marchan casi a rastras, llevados de la mano del peón o del burgués.

¿Quién trajo esta mañana este nuevo mantel?

¿Quién ha sembrado junto a la tapia oscura aquel blanco rosal?

Las mujeres miran dulcemente los rulos de las muñecas rubias, dormidas en los estantes de las jugueterías. El padre ha contado las pesetas que ha de entregar al mercader para llevar al regazo familiar un burriquillo de terciopelo, una pandereta, un pan o algunas uvas.

Alguien —un hombre, una mujer— piensa en su soledad y mendiga con mirada mansa un poquito de amor a los que pasan.

Diciembre, el viejo amigo, ha regresado.

Diciembre, el viejo amigo, está en la calle.

El viento huele a moscatel y corre como un galgo feliz por las aceras. Estrellas de cinco picos saldrán de las manos blancas.

¿Quién ha puesto esa rama de olivo en el portal?

¿Quién perfumó la rosa?

¿Quién abrió de repente el corazón del pueblo y desbandó un palomar de villancicos sobre las calles de la ciudad?

Diciembre, el viejo amigo, ha regresado.

Por allá, muy lejos, San Nicolás apresta sus alforjas y acaricia amoroso los lomos de sus renos. Por allá, muy lejos, un caballo de pana relincha por el cauce de un río de algodón.

San Nicolás sonríe. En su barba han madurado albos lirios de extrañas latitudes. A su paso, la escarcha se convierte en lentejuelas doradas y en blancos cascabeles, las campánulas.

La noche que él regrese a su país, estaremos juntos, para despedirle, mi tristeza y yo. Sucederá en una calle cualquiera de la ciudad de Caracas, a la hora cuando ha dejado de llorar la abuela, en el minuto azul cuando un niñito pobre sueña que San Nicolás le dio un toro de armiño.

5 comentarios:

  1. ¡Hermoso! Gracias Adriana por compartir.

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  2. Un pasaje sensitivo por el diciembre de antaño. Así se le debe dar la bienvenida a este mes.

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  3. ¡Gracias, Ligia y Vanessa, por sus lecturas y comentarios! Confieso que este texto me parece simplemente hermoso, y que leerlo me alborota la nostalgia y me llena la memoria de pasajes amados de otros diciembres en Caracas... Ojalá continúen disfrutando de nuestras publicaciones navideñas y, claro, ¡feliz diciembre!

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  4. Tengo la dicha de tener este libro de la edición de Monte Ávila Editores que compré en una Feria Internacional del libro de Bogotá. Releí muchas veces estos cuentos y los sigo recordando. Que gran escritor Oscar Guaramato, no dejo de admirar su poeticidad en los cuentos y los finales de cada historia. De verdad que un excelente cuentista, enhorabuena, Adriana, me alegra reencontrarme otro de sus cuentos cuya lectura no deja de fascinar.

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    Respuestas
    1. Buenas noches, yo ando buscando es la Vecindad , de Óscar Guaramato

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