Edgar Allan García (Guayaquil, 1958). Escritor ecuatoriano. Ha desarrollado
una extensa y muy productiva carrera literaria, durante la cual ha publicado
más de 60 libros de poesía, ensayo, literatura infantil y juvenil, novela y
cuento, entre los que destacan Sobre los ijares de Rocinante (poesía, 1991);
Como formar un taller de creatividad literaria (ensayo, 1993); Rebululú
(literatura infantil y juvenil, 1995); El encanto de los bordes (cuento,
1997); Cazadores de sueños (literatura infantil y juvenil, 1999); Leyendas del
Ecuador (literatura infantil y juvenil, 2000); Escritores, ni dioses ni
demonios (ensayo, 2003); Kikirimiau (literatura infantil y juvenil, 2004);
Crueldad de la memoria (poesía, 2009); 333 MicroBios (cuento, 2011); El
fantasma de Platón (poesía, 2011); Fábulas vueltas a contar (literatura
infantil y juvenil, 2011); Cuentos fríos y calientes (2013) –volumen al cual
pertenece el texto que aquí les presento-; Cuentos del tío Tigre, tío Conejo y
Juan Bobo (literatura infantil y juvenil, 2013); Fractales (poesía, 2015); Te
quiero muu, dijo la vaca (literatura infantil y juvenil, 2015); y Nanocuentos
(2015). Ha ganado, entre otros, los premios Darío Guevara Mayorga -en cuatro
ocasiones- (1995, 1999, 2003 y 2014); la Bienal de Poesía de Cuenca -en dos
oportunidades-; el Premio Nacional Ismael Pérez Pazmiño (1997); el Premio de
la Bienal de Poesía de Pichincha (2016); el Premio Pablo Neruda de poesía y el
Plural (México, 1992) de cuento. En 2005 ganó un premio otorgado por la
Embajada del Ecuador en Japón, en honor del bacteriólogo «Hideyo Noguchi», que
llevó a García a una gira de un mes por Japón. Algunas de sus obras han sido
publicadas en España, Perú, México y Argentina; y varios de sus cuentos han
sido traducidos al francés.
Cuento que se publica íntegramente, con la autorización de Edgar Allan García.