Conocí al profesor Rubén Darío Jaimes cuando cursaba la Maestría en Literatura Latinoamericana de la Universidad Simón Bolívar, en Venezuela. Tuve el privilegio de ser su estudiante en varios seminarios, cada uno más interesante que el otro, y desde el primer día me maravilló identificar en él a un apasionado de la literatura.
En sus clases, siempre dinámicas y nutritivas en muchas formas, me admiraba la mezcla que maneja entre un saber cultivado y la sonrisa franca, todo ello aderezado con datos curiosos y hasta uno que otro dato chismográfico literario... Siempre disfruté enormemente cada conversación con él, y saberlo escritor de ficción fue una lindísima sorpresa que no dejo de agradecer.
Cuando mi esposo y yo decidimos que nos mudaríamos a Guatemala, supe que no podía dejar de entrevistarlo, y en verdad me alegra haberlo hecho, no sólo por la posibilidad de que los lectores del blog (del cual, por cierto, es seguidor asiduo) lo conozcan, sino por la oportunidad de aprender más de él, de su visión de la vida y de la literatura, y comprobar nuevamente esa afinidad que hoy me hace sentirlo, más que como a un admirado profesor, como a un muy querido amigo.
Gracias, profe, por los gratísimos momentos compartidos –muy especialmente el de esta entrevista-, por el cariño mutuo y por la pasión con que disfruta, enseña y vive la literatura.
Espero que gocen esta entrevista tanto como yo.