Leonardo Dolengiewich (Mendoza, 1986) es Técnico en Recreación y estudiante de Psicología. Ha coordinado talleres literarios para adolescentes y actualmente (año 2017) coordina uno de cuento y microficción para adultos. Ha participado en eventos literarios, vinculados específicamente con la minificción, tanto nacionales como internacionales. Tiene una abundante obra narrativa en el campo de la minificción y sus textos han sido publicados en antologías, revistas literarias y sitios web especializados en el género, en países como su natal Argentina, Chile, Perú, México, España e Italia; también publicó el libro de microrrelatos La buena cocina (Macedonia Ediciones, 2015).
Cuento que se publica íntegramente, con la autorización de Leonardo Dolengiewich
CUMPLIR TU SUEÑO
Ha llegado el día. En cuarenta y ocho minutos por fin vamos a vernos. En cuarenta y ocho minutos por fin voy a quedar para siempre en tu corazón. En cuarenta y ocho minutos por fin vas a saber cuánto significás para mí.
Hoy falté al colegio para preparar hasta el último detalle. Me desperté a las siete de la mañana, me bañé y me vestí con la camisa, el jean, los zapatos y hasta las medias y el calzoncillo que usé en aquel cumpleaños en el que bailamos un tema y en el que me dijiste ¿qué te pasó que hoy te vestiste bien? Me perfumé con CK One, que sé que te derrite, y salí a comprarte un ramo de rosas teñidas de celeste. Después volví, escribí la carta que voy a darte en unos instantes y salí. Pasé por la farmacia y enfilé para el punto de encuentro que acordaste conmigo sin saberlo.
Sos siempre la primera en salir de la escuela. Es parte de la construcción que has ido haciendo de tu carisma. Falta un minuto para que suene el timbre, siempre tan exacto, y un minuto y veinte segundos para que salgás. Cuarenta y cinco segundos, treinta, quince. Saco la jeringa. Con pericia casi profesional me incrusto la aguja en la vena del brazo y me meto veinte milímetros cúbicos de aire. Ahí venís. Ya oigo tu voz. En el diario íntimo que robé la semana pasada de tu mochila escribiste que tu sueño es encontrarte un día a la salida del colegio con un chico que lleve una carta de amor para vos en una mano y un ramo de rosas celestes en la otra y que, delante de todo el mundo, caiga muerto de amor a tus pies.
Mi absoluto y sincero agradecimiento a Leonardo Dolengiewich por el privilegio de poder compartir este ingenioso texto con todos los lectores del blog. ¡Que lo disfruten!
ResponderEliminarHermoso! Excelente!
ResponderEliminar¡Gracias por tu comentario, Marinera! Un placer encontrarte entre los lectores de mi blog. ¡Hasta la próxima lectura!
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