CAMILO MONTECINOS GUERRA (Arica, Chile, 1987). Profesor, gestor cultural y escritor chileno. Ha publicado el libro de microficción Golpes sobre la mesa (Ediciones Sherezade, 2017). Sus textos han sido difundidos en antologías y revistas literarias de Chile, Perú, Bolivia, Argentina, Uruguay, Colombia, Venezuela, Honduras, México, El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, España y Alemania, entre las que destacan Brevilla, Cathartes Ediciones, Letras de Chile, Cuentos para el Andén, Plesiosaurio, Antología Basta, Antología Pequeficciones, Revista Culturel, Letras itinerantes, Cita en las diagonales, Piedra y Nido, Cita en la glorieta, entre otras. Ha realizado varios talleres de fomento lector, escritura creativa y charlas sobre microficción, a través del Fondo del Libro. Ha participado en encuentros literarios tanto a nivel nacional como internacional. Forma parte del colectivo Minificcionistas Pandémicos. Obtuvo el Primer Lugar en el concurso Hazla cortita: Arica en 101 palabras, el año 2018 y ha sido finalista en varios concursos tanto en Chile como en el extranjero. Dirige el taller de microficción Contar desde lo mínimo. Los años 2017 y 2021 obtuvo Beca a la creación literaria del Ministerio de las Culturas de Chile. El texto que encontrarán a continuación está incluido en Mosaico: microficciones sobre discapacidad (2020)
Cuento que se publica íntegramente, con la autorización de Camilo Montecinos Guerra
Perseverancia
Se sienta en la última fila del salón de clases, aunque la especialista que acompaña al profesor lo lleva hasta adelante. “Es para que puedas estar más atento”, le dice con dulzura. Él no comprende. Sigue sin entender al hombre que frente a todos parece hablar un idioma ininteligible. “Son números”. Pero sigue sin entender. Solo ve trazos sobre la pizarra, garabatos que repite en su cuaderno por costumbre, porque alguien se lo ha indicado. Aun así, persiste. Trata de buscar más allá de esas cifras que poco a poco se le harán más familiares. “Algunos estudiantes diagnosticados con asperger presentan discalculia”, señalan los informes. Lo que desconocen es que en un futuro próximo se convertirá en un gran científico.
Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y en este caso, además, elocuente y certero!
ResponderEliminar¡Hola, Mónica! Confieso que una de las cualidades de la microficción que más me gustan es, precisamente, la posibilidad de decir tanto con tan poco, de dar justo en el blanco sin que el lector siquiera tenga tiempo de acomodarse... Y este cuento es un gran ejemplo de ello. ¡Gracias por leer y comentar!
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