Siempre que leo a Armando José Sequera me ocurren dos cosas: sea un texto para grandes o para chicos, me resulta muy ingenioso y quisiera haberlo escrito yo, y, claro, no puedo evitar sonreír. Además, desde que tengo la dicha de conocerlo, leerlo es escuchar su voz. Por eso, para ponernos en ambiente navideño, les comparto un regalo doble: los cuentos Varias navidades al año (perteneciente a su libro Pequeña sirenita nocturna, publicado en 1997), y San Nicolás en mi casa (incluido en el libro Caída del cielo, publicado en 1999); ambos incluidos en el volumen recopilatorio navideño Varias navidades al año. ¡Feliz navidad!
Cuentos que se publican íntegramente, con la autorización de Armando José Sequera.
VARIAS NAVIDADES AL AÑO
En mi casa se celebran varias navidades al año.
De hecho, el año pasado tuvimos ocho además de la verdadera, y el antepasado cinco.
Basta que al abuelo Salvador, al tío Ramón Enrique, a la tía Petra o a mamá se le ocurra tener su propia Navidad y ahí mismo toda la familia se suma al capricho.
Entonces, entre todos fabricamos un nacimiento, con su Niño Jesús, su San José, su Virgen María, sus pastores y sus Reyes Magos, decoramos un árbol con nieve de mentiras y le colgamos poemas, dibujos, casas, frutas de mazapán y animales de plástico. Cantamos villancicos, hacemos y compartimos una cena e intercambiamos regalos y abrazos como si en realidad fuera Nochebuena.
La idea fue de la tía Petra, a ver si así se nos quitaba la nostalgia navideña que, antes, nos duraba todo el año.
SAN NICOLÁS EN MI CASA
Una Nochebuena, San Nicolás tocó en la puerta de mi casa, no para traernos juguetes a los niños de la familia, sino para pedir un favor.
Como se le habían resfriado los renos, con el cambio de clima de los polos al trópico, quería que le prestaran para su trineo unos chivos que el tío Ramón Enrique estaba criando.
El tío se los prestó pero después los chivos no regresaron, cree el tío que porque en nuestra casa no hay lujos ni dinero y ellos se acostumbraron a la buena vida, pero dice la tía Petra que porque se veía desde lejos que ese San Nicolás no era de verdad.
Una vez más es para mí un placer y un privilegio poder publicar cuentos de mi querido Armando José Sequera. Las palabras nunca serán suficientes para expresarle mi agradecimiento y mi afecto. ¡Que disfruten la lectura, y feliz navidad!
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ResponderEliminarMuchas gracias por compartir tus lecturas favoritas
ResponderEliminarUn cuento breve pero ingenioso, felicitaciones al autor. Feliz Navidad y una año 2018 lleno de bellas letras. Chente.
ResponderEliminarComparto plenamente tu aprecio por Armando José Sequera. Y mi nieta de ocho años también
ResponderEliminarMil gracias por este aporte. Compartiré esta entrada en la página de FB del Postgrado de Literatura de la USB. Saludos grandes.
ResponderEliminarEstafa
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