Suscribete


Deseas recibir, cada semana, las notificaciones de las nuevas entradas, envíanos un mensaje desde nuestro formulario de contacto

lunes, 22 de mayo de 2023

LA AMENAZA – Pedro Guillermo Jara

Pedro Guillermo Jara (1951-2019) Gestor cultural, docente y escritor chileno. Realizó estudios de Literatura en la Universidad Austral de Chile. Fundó, editó y dirigió la revista de bolsillo Caballo de Proa. Publicó numerosos libros de microficción como, por ejemplo, Historias de Alicia la uruguaya que llegó un día (1979); Para Murales (1988); Plaza de la República (1990); Disparos sobre Valdivia (1997); De cómo vivimos con Jesse James en Chile Chico (2002); Relatos in Blues & Otros Cuentos (2002); Minimales, Tres obras de Teatro Breve (2003); El Rollo de Chile Chico (2004), Cuentos Tamaño Postal (2005); De Trámite Breve (2006); El Korto Cirkuito (2008); y La bala que acaricia el corazón (Nanonovela), 2010). Obtuvo numerosos reconocimientos tales como el Premio Crónicas Regionales del Consejo Nacional del Libro y la Lectura (2006), por su libro Patagonia Blues; y el Premio Regional de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (2017), categoría Artista/Cultor de Trayectoria, entre otros. Además, textos suyos han sido incluidos en diversas antologías del género y el texto que aquí publico pertenece al volumen Arden andes. Microficciones argentinochilenas (edición chilena, 2015).




LA AMENAZA

Carátula de: ARDEN ANDES MICROFICCIONES ARGENTINOCHILENAS (SIMPLEMENTE EDITORES, Santiago de Chile, Chile - 2015) varios autores

Enciendo el computador, un cigarrillo, acomodo mi café e inicio la rutina de revisar lo que he escrito la noche anterior. Luz, me digo, necesito luz y descorro la cortina de la ventana que da al patio.

Busco un archivo y de pronto siento una presencia tras la ventana. Levanto la vista y lo veo: su mano derecha sostiene una lanza que se pierde en lo alto; en su testa, un casco con una visera movible que protege sus ojos, las mandíbulas, la nuca ' que remata en un penacho con una cola que ondea al viento; un peto de cuero dibuja sus músculos del tórax; un manto de piel de cabra cae desde sus hombros; un escudo en el brazo izquierdo; una espada al cinto; un arco y un carcaj terciados a su espalda.

El centinela barre con su mirada el infinito, más allá de los muros. Desde la explanada Aquiles, desnudo, como loco le hace gestos exhibiendo sus testículos. No le hace caso, el soldado está acostumbrado a estas obscenidades después que Aquiles perdió a Patroclo en la última batalla.

Una barba de días cubre el rostro ceñudo del centinela. Adivino que observa a los Aqueos que acampan en lontananza; en este largo asedio que se prolonga por diez años.

¡Mierda!, murmuro, aprieto la tecla "Suprimir" y el Troyano desaparece.

2 comentarios:

  1. El poder de la imaginación, sobre pasa las expectativas reales, llevando al lector, entre dos mundos, a través de la maravilla literaria 🎀

    ResponderEliminar
  2. Muy original. Tiene sorpresa, es un buen cuento.

    ResponderEliminar